AL VUELO/ Asonada

Por Pegaso

Ni modo. Se tiene que decir: ¡Se los dije!

Volando acá, cerca de la estratósfera, no pienso más que en el reporte que desde el inicio del presente sexenio me hizo llegar el Equipo de Investigaciones Especiales de Pegaso (EIEP) en torno al peligro que representa para el País la polarización de la sociedad, impulsada por el mismísimo Pejidente de la República.

Fifís y chairos.

Lo que en los primeros días de su mandato no fue más que una ocurrencia que se volvió viral, es hoy una amenaza real para la estabilidad política, social y financiera de toda una nación.

Hay que verse en el espejo del Chile de Pinochet y de la Venezuela de Chávez, que decantaron en dictaduras cuasi militares.

No es necesario ser un genio para ver que el país no sólo no ha avanzado, sino que vamos para atrás, como el cangrejo.

No importa qué tan bien intencionado sea el Pejidente. Si no sabe manejar a un país tan complejo como México, vamos directo al precipicio, a una asonada, como ya lo han expresado algunos altos mandos militares y como el propio mandatario lo ha atisbado.

Sí. El gobierno pejista ha tenido aciertos. Eso no se puede negar, como… mmmmhhhh… ¡Ahhhh, ya sé! La lana que se entrega a los viejitos y a los ninis, muy retrasada, por cierto, o la lucha contra la corrupción, de lo cual esperaba ALMO rescatar 500 mil millones de pesos.

Fuera de eso, se ha recortado el presupuesto en casi todos los rubros, a excepción del deporte para impulsar la práctica del béisbol, de la SEDENA para que construya el nuevo aeropuerto y de Turismo, para que construya el tren maya.

Fuera de eso, todo ha sido un agresivo y lesivo recorte presupuestal.

Pero eso no es lo grave. Lo grave siempre ha sido, desde el primer momento, la división de la sociedad mexicana.

Un Presidente de la República no puede gobernar sólo para unos y mandar al diablo a los demás y comparar a los periodistas con perros ha sido un craso error.

“Muerden la mano de quien les quitó el bozal”,-dijo en redes sociales, y recalcó más tarde, tratando de componer las cosas: “No comparo a los periodistas con perros, porque les tengo respeto a los perros”, o algo así.

Pero aparte de la prensa, también se está echando encima un problemón con el Ejército al decir: “Tengo el respaldo de 30 millones de personas que me protegerán de cualquier golpe de Estado”.

Si se refiere al pueblo común y corriente, al pueblo bueno, sabemos que éste carece de armas, porque durante muchos años se las han quitado con campañas de canje por despensas.

En tal caso, si el Ejército se levanta, no habría demasiada resistencia y el Gobierno caería.

Ah, pero si se refiere al otro pueblo, al maloso, entonces sí habrá pedo en el ejido, porque esos están armados hasta los dientes, gracias a la generosidad de los gringos que les venden desde resorteras hasta acorazados, desde tirabolas hasta cañones antitanque, desde cuetes El Gato hasta bombas atómicas.

Habría que ir a la mañanera y preguntarle al Pejidente a cuál pueblo se refiere, cuando dice que lo van a defender de un posible golpe de estado.

Mientras nos hacemos bolas tratando de adivinar tal enigma, los dejo con el refrán estilo Pegaso que dice así: “En ocasión en que el afluente produce sonido significa que conduce líquido inodoro, insípido e incoloro de fórmula química H2O”. (Cuando el río suena es que agua lleva).

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